Qué es un MVP y por qué es importante
Muchas ideas de negocios se aparcan, se ignoran o se olvidan debido al riesgo que existe asociado a las mismas. A veces empresarios o inversores deciden no llevar a cabo una idea por miedo a perder la inversión realizada. Sin duda, es un riesgo invertir mucho esfuerzo y dinero en un proyecto para ver después que el público rechaza la idea.
En 2011, The Lean Startup de Eric Ries cambió la historia de las startups al introducir varios conceptos innovadores. El producto mínimo viable es uno de ellos. Un producto mínimamente viable (MVP por sus iniciales en inglés: Minimum Viable Product) no solo se construye con un presupuesto reducido, sino que también reduce el riesgo de fracaso dejando espacio para mejoras y nuevas versiones en función del feedback de los usuarios. La idea de un MVP es obtener la retroalimentación del usuario antes de desarrollar el producto final. Esta retroalimentación ayuda a reducir el riesgo.
Qué es un MVP
Un MVP es un nuevo producto (web, tienda online, aplicación móvil, software u otro) diseñado con las características mínimas suficientes necesarias para probarlo en el mercado adecuado y obtener el feedback de los usuarios. Es una versión básica del producto final, pero que da respuesta o cubre las necesidades fundamentales del usuario final.
Cuando los usuarios empiezan a probar el producto, los comentarios de los mismos se utilizan para mejorar la versión del producto, añadir funcionalidades, etc.
Un MVP debe ser un producto que aporte un cierto valor a los usuarios y que conste únicamente de las características principales.
Empezar con un MVP permite testear el producto con una audiencia sin invertir todo el tiempo y el dinero disponibles, o antes de añadir todas las funcionalidades. Si durante la fase de test el producto falla, puede detenerse el desarrollo o enfocarlo de una manera diferente.
¿Cómo de «mínimo» debe ser un MVP?
Un producto mínimo viable debería contar con las funcionalidades básicas, aquellas que son fundamentales para que el producto dé una respuesta suficiente a los usuarios.
El producto no debe tener gráficos de mala calidad, una interfaz de usuario con fallos o funcionalidades con errores. En este caso el producto se parecería más a un producto sin terminar o mal hecho que a un MVP, lo cual sería una garantía casi segura para que el producto acabe fracasando.
Para lanzar un buen MVP debería encontrarse el equilibrio entre:
- Funcionalidad: Las funcionalidades básicas o fundamentales.
- Diseño: No sirven diseños de baja calidad.
- Fiabilidad: El producto no debe dar errores.
- Utilidad: Funcionalidad e interfaz fácil de entender y de usar.
¿Cómo de «viable» debe ser un MVP?
La viabilidad en este caso quiere decir aportar suficiente valor a los usuarios.
Asegurar la viabilidad del producto es una de las características clave del desarrollo de MVP. Lo que hace un producto, en la mayoría de los casos, es mucho más importante que cómo lo hace.
Un porcentaje enorme de las funcionalidades del producto promedio no se utiliza en absoluto. Todas estas funcionalidades innecesarias son un desperdicio de recursos de desarrollo. Un producto viable satisface las demandas de los usuarios realizando una función principal.
La clave del éxito es equilibrar lo «viable» y lo «mínimo» para asegurar que se crea un producto que resultará de utilidad a la gente.
¿Cuáles son los beneficios de desarrollar un MVP?
El desarrollo de un buen MVP tiene muchas ventajas y puede ayudar enormemente en el inicio de cualquier idea de negocio. Algunos de los beneficios de empezar con un producto mínimo viable son:
Testear una idea o concepto de negocio
El mayor beneficio de desarrollar un MVP es que permite a las empresas probar una idea de negocio.
Al salir al mercado con un producto completamente funcional la empresa puede verificar si el producto es bien recibido por su público objetivo.
Esto permite a la empresa analizar el resultado y cambiar de dirección en función del feedback que dan los primeros usuarios. Este primer feedback puede servir para mejorar o reorientar alguna funcionalidad, añadir alguna característica, eliminar otras, o cambiar completamente de enfoque. Con un producto mucho más terminado y con muchas más funcionalidades, realizar cambios es muy difícil y en algunos casos simplemente no merece la pena asumir la inversión de tiempo o dinero.
Comprobar si existe demanda
Un MVP sirve para ver lo que funciona y lo que no. La idea fundamental es que el MVP debe utilizarse para entender la demanda del mercado.
Una empresa tiende a asumir que su producto satisface una necesidad específica del mercado, sin embargo es posible que esto no sea así por varias razones (no existe tal necesidad, existen otras herramientas útiles que son mejores, o el producto no resuelve en absoluto la necesidad).
Con un MVP las empresas pueden comprobar si realmente existe demanda de ese tipo de productos y si existen usuarios dispuestos a utilizarlo. Para que un producto tenga éxito es fundamental que las empresas realicen una investigación de los usuarios, asegurándose de que su producto ofrece una solución adecuada a las necesidades que han expresado los usuarios.
Atraer a socios o inversores
En algunos casos las empresas necesitan de la participación de inversores externos para asegurar la financiación del proyecto. La clave para asegurar esta financiación es crear confianza en el producto y en la capacidad del mismo para lograr los resultados esperados.
El uso de un MVP es un método eficaz, ya que permite a las empresas ver si una idea puede funcionar antes de acudir a una posible fuente de financiación, asegurando que cuando lo haga dispondrá de un argumento comercial sólido para demostrar la validez del producto en el mercado.
Un MVP es un producto en pleno funcionamiento con lo que la empresa tiene algo concreto que mostrar a los inversores y es más fácil que estos decidan si merece la pena invertir, además de ver que el proyecto no empieza desde cero, con lo que las nuevas versiones llegarán al mercado en un menor plazo de tiempo.
Elaborar una estrategia de monetización
Un producto debe ser rentable. Para obtener un flujo constante de ingresos hay que establecer una estrategia de monetización.
En la fase inicial se puede pensar que una determinada estrategia de monetización tiene sentido, pero no siempre es así. Lo mejor que se puede hacer es poner a prueba esa estrategia y verificar que funciona, que los usuarios compran un determinado producto, que están dispuestos a pagar una subscripción, o que se generan suficientes leads para que el producto llegue a ser rentable.
Probar la usabilidad y la experiencia de usuario
Crear un producto que sea muy bien aceptado por los usuarios no es nada fácil. Existen estudios que indican que aproximadamente el 30% de los usuarios dejan de utilizar una aplicación al cabo de tres meses, y que el 20% de los usuarios dejan de usar una aplicación tras el primer uso.
Retener al usuario ofreciéndole un valor continuo es fundamental, y para ello la experiencia de usuario y la usabilidad del producto son claves. Con un MVP se pueden empezar a obtener datos que permitan analizar aspectos importantes como tasa de rebote, eventos, recurrencia, etc.
Con un MVP las empresas pueden reunir los conocimientos sobre la forma en que los usuarios interactúan con el producto para evaluar la rapidez con que entienden el propósito y el flujo del producto, y con los resultados pueden identificar nuevas oportunidades para ampliar la funcionalidad o proporcionar una mejor experiencia al usuario.
Coste reducido
Los productos maduros son el resultado de años de desarrollo, iteraciones y normalmente inversiones importantes. Después de años en el mercado, un producto que funciona y que genera beneficios puede autofinanciarse para ir incorporando nuevas funcionalidades y mejorar las que ya tiene. Reinvertir una parte de los beneficios supone mucho menos riesgo que intentar salir con un producto totalmente terminado, con toda la inversión que ello supone, desde el principio.
Además de que a nivel técnico es casi imposible, porque el feedback de los usuarios es necesario para la correcta evolución del producto, un MVP permite empezar a monetizar el producto, con lo que se puede invertir más en el desarrollo, y de forma más inteligente.
¿Cómo se desarrolla un MVP?
Un desarrollo exitoso de un MVP se basa en eliminar todas las funcionalidades que no son necesarias y lanzar el producto con sus características y funcionalidades fundamentales. Aunque suene sencillo no es nada fácil.
Una opción para las empresas puede ser asociarse con alguna agencia de desarrollo de software experimentada que proporcione las habilidades y conocimientos necesarios para desarrollar un MVP.
Algunos consejos para definir un MVP correctamente:
Identificar el público objetivo y el problema fundamental a resolver: estudio de mercado, encuestas, entrevistas, etc.
Analizar a la competencia: Otra parte del estudio de mercado es analizar a la competencia, obtener una visión general y ver como resuelven ellos ese problema en concreto.
Hacer una lista con las características y funcionalidades del MVP: y reducir la lista al mínimo. Definir los pasos que el usuario dará al utilizar el producto y hacer una lista de todas las características necesarias para cada paso. Priorizar esas características para el problema que se pretende resolver.
Desarrollo: Con la lista bien definida se puede empezar a desarrollar el producto.
Lanzamiento versión Beta: los mejores MVP son los que son probados por usuarios reales que ayudan a entender si el producto resuelve un problema real que ellos tienen y si lo hace mejor que otras soluciones similares (por ejemplo, siendo más barato, más rápido, más fácil de usar, más cómodo, etc.).
Errores a evitar a la hora de desarrollar un MVP
El proceso de desarrollo de un MVP está plagado de desafíos, algunos de los errores más comunes son:
Intentar desarrollar un producto completo
No es fácil lanzar el producto sin características y funcionalidades que podrían añadir ese plus. Pero es algo que hay que hacer para que el MVP sea útil.
A menudo se invierte mucho en el diseño del producto, dejando casi ningún espacio para mejoras y desarrollos posteriores. Es importante causar una buena impresión al usuario, pero invertir mucho tiempo y dinero en la experiencia del usuario sin saber si el producto resuelve un problema real es un riesgo.
Por eso es tan importante decidir qué características son cruciales para desarrollar un MVP, y hacerlo sabiendo que es un MVP, y que después de la validación el desarrollo del producto continuará en función del feedback del público.
No tomar en serio los estudios de mercado
Conocer cuál es el público objetivo es fundamental para desarrollar un MVP.
Es necesario saber qué quieren y qué necesitan los usuarios y hay que comprobar si la idea de la empresa es realmente o en realidad es lo mismo que ya existe. Algunas empresas realizan estudios de mercado para ignorar por completo los resultados cuando llega el momento de tomar decisiones. Creer en su idea está bien, pero ignorar la investigación de mercado es un grave error que puede tener un coste elevado.
Saltarse la fase de prototipado
La creación de prototipos es un paso esencial en el desarrollo de un MVP. Un prototipo es la primera etapa de vida de la idea y tiene un inmenso impacto en todo el proceso de desarrollo del producto.
En esta etapa es cuando se construye la estructura básica, la arquitectura de la interfaz y los bocetos del producto. Eliminar este paso y entrar directamente en un desarrollo puede dar lugar a mucha confusión más adelante.
Contratar al equipo equivocado
Un equipo de desarrollo inexperto puede suponer el fracaso de la idea más genial, por eso es importante elegir una agencia de confianza y con experiencia. No se trata de elegir a la agencia más grande, pero sí a una agencia con personal que sea experto en aquello que necesita la empresa y que tenga el tiempo y el compromiso necesario para involucrarse completamente en el desarrollo del MVP.
Ignorar el feedback del público
uno de los objetivos más importantes del MVP es generar feedback de los usuarios que sirvan para marcar la dirección de los desarrollos y optimizaciones que se deben hacer.
Obviar los comentarios del usuario es un grave error que puede hacer inútil todo el proceso de desarrollo de un MVP. El feedback del usuario es necesario para que el producto tenga éxito.
Algunos ejemplos de MVP de éxito
Etsy
La idea nació en 2005, cuando los creadores de Etsy trabajaban como freelancers para un foro de creadores y artesanos. Después de oír en multitud de ocasiones quejas de los participantes del foro a cerca de los precios y comisiones de eBay, y otras quejas sobre la usabilidad del sitio, tuvieron la idea de crear Etsy.
En ese momento abundaban los intentos de sitios parecidos, pero la mayoría fracasaban. La mayoría de las empresas nuevas no llegaban a testear su idea antes de quedarse sin dinero o terminaban perdiendo mucho dinero antes de darse cuenta de que los usuarios no estaban interesados en la idea.
Rob Kalin hizo algo inteligente y diferente. Creó un MVP, un sitio web simple que permitía a cualquiera registrarse y vender cosas que habían producido ellos mismos. La web tuvo éxito rápidamente y miles de vendedores se unieron y comenzaron a vender. Incluso con un diseño muy básico y funcionalidades bastante limitadas, este MVP permitió a Kalin probar su idea de forma rápida y barata, y utilizar los ingresos generados para ampliar y mejorar el sitio.
Dropbox
Cuando los creadores de Dropbox, Arash Ferdowsi y Drew Houston, tuvieron la idea de un servicio de sincronización de archivos en la nube, sabían que construirlo iba a requerir mucho tiempo y dinero, así que tuvieron otra idea antes de ponerse a ello.
Su MVP era un simple video en el que explicaban como funcionaria el producto, ninguno de los servicios se había construido aún, era simplemente un video explicativo, pero el video tuvo mucho éxito y consiguieron más de 70.000 inscripciones de personas interesadas que dejaron sus correos.
Esta solución permitió validar el producto y eliminar el riesgo de invertir demasiado tiempo y dinero en un producto sin demanda.
Zappos
Nick Swinmurn pensó en 1999 que había sitio en el mercado de la venta online de zapatos. A diferencia de otros emprendedores, antes de ponerse a construir un e-commerce con todas las funcionalidades necesarias e invertir una gran cantidad de dinero en el stock de zapatos necesario, optó por una solución diferente.
Entró en el negocio sin existencias ni inventario, simplemente sacaba fotos del calzado que quería vender y cuando un cliente hacía el pedido iba a la tienda a comprar los zapatos y los enviaba. Era una manera de probar la idea sin tener que invertir dinero en ella. Shoesite.com se convirtió en Zappos.com y en el año 2009 Amazon la compró por más de 1.000 millones de dólares.
Airbnb
En el año 2008 Brian Chesky y Joe Gebbia necesitaban unos ingresos extra para pagar el elevado alquiler de su alojamiento en San Francisco. La idea original era ver si había un mercado para la gente que quería alquilar sus casas, eliminando el intermediario profesional y proporcionando alquileres a corto plazo.
En lugar de seguir el camino tradicional de construir un sitio web completamente funcional y firmar acuerdos con socios y propietarios, los creadores de Airbnb crearon un simple MVP que no era más que un sitio web básico que mostraba fotos de su propio apartamento. Esto les dio una forma de probar su idea rápidamente sin ningún coste inicial. Descubrieron que podían alquilar habitaciones a personas que asistían a conferencias cercanas a su casa.
Después de conseguir tres huéspedes de pago, Chesky y Gebbia fundaron Airbnb en 2008 y usaron sus ingresos que iban obteniendo para mejorar poco a poco el diseño y la funcionalidad de su sitio web.
¿Necesitas un MVP para tu idea?
Un MVP es una solución estupenda para ahorrar tiempo, dinero y eliminar el riesgo en las primeras etapas de un proyecto. En CSM Servicios podemos ayudarte a diseñar un MVP para tu proyecto. Si tienes alguna pregunta o crees que podemos desarrollar un MVP para tu idea de negocio no dudes en ponerte en contacto con nosotros.